LOS 4 EVANGELIOS DE DIOS

En la actualidad, con tanto pensamiento agsnóstico, humanista, helénico, científico e incrédulo, la humanidad ha sido bombardeada por tantas y tantas ideas contrarias a las enseñanzas del Padre bajadas del Cielo por nuestro Señor Jesús Cristo (porque Jesús es el Espíritu de la Profecía de Yahvé, es el Espíritu de la Revelación de Dios); que no nos percatamos de que en nuestras Biblias sólo vienen agregados -a los demás Textos Bíblicos- los 4 Evangelios autorizados (por Dios mismo) en el Nuevo Testamento; en los cuales se habla la Verdad de lo que Cristo enseñó, de como vivió y esa Revelación que trajo consigo del Reino de los Cielos hacia la Tierra. Jesús mismo es el Apocalipsis (la Revelación de la Palabra) de Yahvé Elohim.

No existen más evangelios que hablen de Jesús, de lo que vino a enseñarnos, de lo que vino a recuperar para nosotros, de como vivió en claro ejemplo de vida, de lo que ha hecho después de su Resurrección, de la Justicia y el Reino de Dios; en fin, de toda su obra y mucho más.

YAHVÉ ELOHIM nos ha hablado en "sólo" esos 4 Evangelios -que nacieron en el Corazón de Dios-  a partir del tiempo de Jesús; de muchas maneras, literales y simbólicas.Y todas se funden completamente en todos los libros que componen el Nuevo Testamento.

Por otra parte, en el Antiguo Testamento, se nos han dado claves que nos hablaron -desde ese entonces-  de esos 4 Evangelios a futuro:

En el libro de Ezequiel (cap. 1), por poner un ejemplo, nos lo dice simbólicamente al  mencionar a estas 4 criaturas o querubines; referidas también en el libro de Apocalípsis 4:6-8, casi 700 años después.

En Isaías 6:2-3, otra vez se nos habla de estos 4 querubines y su accionar, aunque ahí se les mencionan con el nombre se serafínes, pero en realidad son los mismos 4 seres que ofician delante del trono de Dios. Esas 4 criaturas angelicales nos simbolizan a los 4 manuscritos o textos que son los Evangelios en el Nuevo Testamento.

En otro importante ejemplo, en el libro de Génesis capítulo 2:10-13, se nos menciona que del Río principal de Edén  -en clara referencia al ESPÍRITU SANTO (RUAJ KODESH)-  se repartía en 4 brazos o ríos que regaban la tierra para traer vida, bendición y abundancia (que eso es lo que hace precisamente el Evangelio (la Revelación del Espíritu) a nuestras vidas) y ahí se nos menciona simbólicamente  -oculto al ojo natural o poco entrenado-  a estos 4 Evangelios.

Otro ejemplo que nos dice -también simbólicamente- de la cantidad existente de los evangelios, lo tenemos en Génesis 1:14-15, ahí se nos enseña que YAHVÉ ELOHIM creó la luz natural para alumbrar a la Tierra en el cuarto día (4); al igual como el Evangelio de Jesús (la Revelación o el Apocalípsis de Jesús) es para alumbrar al mundo, ahí nos refiere que sólo son 4 los Evangelios para llenar de luz o la verdad de Dios a la humanidad. 
Los números nos hablan muchas verdades que a simple vista -sin un ojo espiritual despierto-  no se aprecian,
y que sólo por medio de la "Revelación del Espíritu Santo" nos enseñan datos que vienen inherentes en la Palabra.

 Para DIOS, el número cuatro (4) representa a su Evangélio, por eso Jesús nació de esa cuarta tribu nacida de Israel (antes llamado Jacob hijo de Issac, hijo de Abraham) que fué Judá; de la cual también provino David el rey. Esta tribu fue la más prominente y poderosa de la Nación de Israel y fue la referencia aún cuando el reino se dividió en el de el norte y el sur, después de Salomón. Esto como ejemplo aparte de lo que citamos anteriormente del Antiguo Testamento.

En la actualidad existen tantos y tantos escritos apócrifos -ocultos- y doctrinas falsas (custodiadas por el espíritu de las tinieblas o del error) que nos quieren dar enseñanzas u otros puntos de vista (que son los pensamientos humanistas racionalizados y agnósticos), los cuales utiliza el enemigo para causar gran confusión y alejarnos de la Verdad (al introducirnos en ese espíritu del error o del  sistema humanista que rige al mundo). Pero no debemos olvidar que YAHVÉ ELOHIM sólo nos habla con lo que ha salido de su boca y proveniente de su corazón, y no en otras fuentes ajenas a su Palabra, las cuales han sido promovidas desde el comienzo de la civilización por el príncipe de las tinieblas.