"La Sabiduría, la Ciencia o Conocimiento provenientes de nuestro Dios YAHVÉ ELOHIM, nos abre las puertas de nuestro entendimiento (por medio del Espíritu de la Verdad) para colmarnos de inteligencia, prudencia, rectitud, justicia y equidad. Además nos infunde sagacidad y discreción en nuestra inexperiencia.

   Gracias a esta Sabiduría, los sabios aumentan su saber y el entendido recibe dirección; y así podremos discernir el proverbio y la parábola, las enseñanzas de los sabios y sus enigmas".

Después de todo, este Espíritu de Sabiduría debe residir en todo discípulo de Jesús, porque: ¡él mismo es el Espíritu de la Sabiduría en persona, en esencia y en verdad!

 
Por tanto, como verdadero hijo de Dios, como verdadero miembro del Cuerpo de Cristo (su Iglesia), y además, como un verdadero ministro de Dios; debemos anhelar la Sabiduría de Jesús Cristo porque Él es el Espíritu de la Profecía (Él es el Apocalipsis -la Revelación- de Dios) en persona, en esencia y en verdad.
Por todo esto, Amén.